EL ESTRECHO EN LA MIRAEl viaje de Magallanes abrió un camino sin retorno. En los años inmediatamente posteriores, el Estrecho estuvo en la mira de la corona española ynuevas expediciones presagiaron la voluntad de asentarse definitivamenteen él. Tres lograron cruzar el estrecho con éxito, aunque no sin dificultades,mientras que otras quedaron a medio camino.A fines de la década de 1570, los ingleses entraron en la carrera por el Estrechocon Francis Drake. Siguiendo los pasos de Magallanes, Drake y su tripulacióntambién buscaron refugio en el puerto de San Julián, en donde pasaron elinvierno de 1578. Según el testimonio del sobrino de Drake, los indígenasatacaron y dieron muerte a dos miembros de la tripulación, al tiempo quegritaban “Magallanes, esta he minha terra” o “Magallanes, esta es mi tierra”.Al cabo de casi 60 años los cazadores de la Patagonia no habían olvidadola estadía de Magallanes y conocían la lengua enemiga. Tampoco habíanolvidado la pérdida de sus parientes, cuyos nombres transmitieron a lasnuevas generaciones.
La expedición de Drake constituía un peligro para los planes geopolíticos dela corona española, que pretendía controlar en forma exclusiva el paso queunía ambos océanos. Entre las autoridades del virreinato del Perú, responsables jurisdiccionalmente del Estrecho, la idea de fundar un asentamientopermanente en Magallanes rondaba desde hacía un tiempo. La expediciónde Drake no hizo más que acelerar la concreción de esa idea.La misión de reconocer el Estrecho en clave colonizadora recayó en PedroSarmiento de Gamboa, un experimentado y polifacético navegante al servicio del virrey del Perú Francisco de Toledo. Las instrucciones que recibióSarmiento fueron claras: instalar cruces en los montes altos como puntos dereferencia para futuras expediciones, tomar posesión de las mejores tierras,observar cómo vivían las poblaciones locales y, después de regalarles peinesy otros objetos novedosos que llevaban especialmente para ello, raptar aalgunos indígenas que les sirvieran de traductores y guías. [Página 28]
EL PRIMER RECONOCIMIENTOSarmiento, a diferencia de Magallanes y Drake, navegó el Estrecho desdeel océano Pacífico al Atlántico. Partió del Callao con dos naves y poco másde 100 hombres, entre marineros y soldados.Solo una de las naves, Nuestra Señora de la Esperanza, comandada porSarmiento, logró entrar al Estrecho. Más que mal, navegaban con el climaen contra y sin conocer los laberínticos canales australes. Los peligros másrecurrentes fueron dos: los canales que conducían a ensenadas cerradas,verdaderos callejones sin salida para los navegantes, y la poca profundidadde algunos brazos de mar, que aumentaban la posibilidad de un eventualnaufragio. Sarmiento sorteó ambos peligros enviando bateles de reconocimiento con el objetivo de explorar la costa antes de trazar el rumbo a seguir.Apenas desembarcaron en tierras australes Sarmiento supo que no estaban solos. Antes de embocar en el Estrecho tuvo su primer encuentro con lascomunidades de la costa Pacífica, a quienes más tarde llamaría “los Chicos”.Andaban en piraguas y sus chozas estaban construidas con varas cubiertasde cortezas de árboles y cueros de lobos marinos. A medida que avanzabanhacia el océano Atlántico también se encontraron con los arqueros patagónicos, a quienes denominó “los Grandes”. Según Sarmiento, la relaciónentre ambos grupos era tensa y los canoeros huían constantemente de loscazadores.Como en las expediciones anteriores, el encuentro entre indígenas y europeos no fue en los mejores términos. Las refriegas fueron permanentes,sobre todo con los cazadores patagónicos. Tal como lo indicaban las instrucciones del Virrey, Sarmiento raptó a tres indígenas antes de emprenderel viaje a España. [Página 30]
LA PREPARACIÓN DE LA ARMADA
Sarmiento regressou à Espanha e poucos meses depois começaram os preparativos logísticos para formar uma expedição em grande escala, com o objetivo de colonizar e fortificar o Estreito de Magalhães. Diego Flores de Valdés, general da Marinha, considerou o empreendimento uma verdadeira loucura, tendo em conta o seu enorme custo e a elevada probabilidade de fracassar. Por outro lado, Sarmiento, nomeado governador e capitão-geral do Estreito, insistiu na sua viabilidade e urgência.
A chamada Marinha do Estreito era composta por 23 navios e cerca de 3.000 pessoas, entre marinheiros, soldados e residentes de diversas profissões. Os navios transportavam comida e água para a viagem, vários tipos de sementes para plantar quando chegassem ao destino e materiais para manutenção e reparação dos navios. Também armas e pólvora para atacar ou defender-se de um eventual ataque. A ideia era cruzar o Oceano Atlântico e reabastecer no Brasil, antes de retomar a viagem até o Estreito.
Mas as coisas não poderiam ter sido piores. Depois de zarpar (1), quase um terço da frota afundou na costa de Cádiz em consequência de uma tempestade (2) e apenas nove navios sobreviveram à travessia do Atlântico (3), chegando ao Rio de Janeiro (4) no porta do inverno. Consequentemente, tiveram que esperar um ano antes de zarpar novamente para o seu destino final. E quando finalmente o fizeram (5), uma tempestade desviou-os para norte, pouco antes de entrarem no Estreito (6). Depois de um segundo longo inverno no Rio de Janeiro (7), rumaram para o sul durante o verão, completando finalmente a missão com apenas três navios e pouco mais de 300 pessoas (8). [Página 34]
LA CONEXIÓN FRANCESAA fines de 1970, un nuevo descubrimiento aportó antecedentes inéditossobre Puerto del Hambre. Esta vez no en el estrecho de Magallanes, sinoa miles de kilómetros de distancia, en París. En la Biblioteca del Institutode Francia, que alberga una inmensa colección de libros y manuscritosprincipalmente de la época moderna, el diplomático chileno José MiguelBarros encontró un detallado plano con la traza del asentamiento. Barrosno era ajeno a la historia de Puerto del Hambre, pues dedicó gran parte desu trabajo a seguir la huella documental de Pedro Sarmiento de Gamboa.El plano había pertenecido a la colección de un diplomático e historiadorcomo él, Théodore Godefroy, que estuvo activo en la escena política francesadurante la primera mitad del siglo XVII.El plano, que puedes ver en la página siguiente, data de fines del siglo XVI ylleva por título Ciudad del Rey Don Felipe, la cual pobló Pedro Sarmiento deGamboa, gobernador y capitán general del estrecho de Magallanes por SuMajestad, a 25 de marzo de 1584. El plano representa a Rey Don Felipe comouna pequeña ciudadela rodeada de una empalizada con cuatro puertas. Alcentro se ubica el árbol de la justicia, en donde se ejecutaba a los presoscondenados a muerte en la horca.No sabemos si el plano representa la traza proyectada o construida de laciudad, lo más probable es que sea una mezcla de ambas, pero coincide engran medida con la descripción de las fuentes escritas. Tampoco sabemoscómo llegó a su ubicación actual. Sí sabemos que cuando Sarmiento estuvopreso en Mont-de-Marsan, al sur de Francia, llevaba varios papeles con él. [Página 60]