3.1. En la comarca de Río Arriba La idea base y fuente de éxito, en este primer ensayo, fue rodear la capital de reductos donde los indios fuesen civilizados sin perder su autonomía. Y las cercanías de Asunción, a unos treinta km. en torno, fueron el escenario de las primeras reducciones.
Corría el año 1578 cuando Fray Alonso y Fray Luis tuvieron noticia de las sublevaciones del cacique Tabobá y su hijo Guaziraró en los Altos, y de las crueles represalias de los españoles. Y a los Altos fueron los dos. Se internaron solos en la comarca que llamaban “Río arriba”, zona difícil y levantisca entre los ríos Jejuí e Ypané. Con su pobreza y amabilidad se hicieron amar por los indios, fundaron Ypané y Guarambaré en 1578.
Después consiguieron reunir 400 indios en poco tiempo dando forma a la reducción de Los Altos que pusieron bajo la protección de San Lorenzo en 1580. “Altos llegaría a ser un pueblo importante en la nación paraguaya en la que sobrevive hasta hoy, cuidando celosamente su acervo cultural y franciscano en variados rasgos”18. Fueron atrayendo a los indios entre 1578/80 creando nuevos asentamientos que visitaban regularmente: Además de Ypané, Guarambaré y Los Altos, siguieron las reducciones de Atyrá, Tobatí, Pitum, Jejuí, Ninguarás, Terecañy, Perico Guazú, Yvyrapariyara. De estas primeras reducciones algunas desaparecieron con el tiempo, otras se trasladaron a lugares más favorables y subsisten actualmente. Atyrá conserva la iglesia con retablos policromados, hermosas imágenes y elegante púlpito. No siempre consiguieron los frailes evitar rebeliones y excesos, pero ciertamente evitaron muchas muertes mediando a favor de los indios. Actuaron de forma pacífica y los nativos les amaron. Por el contrario no se libraron de las iras de algunos encomenderos españoles, padeciendo el destierro por lo menos en dos ocasiones. 3.2. En GuairáEl año 1582 la peste diezmaba a indios y españoles en la región de Guairá (Paraná de Brasil), y a Guairá fueron Fray Alonso y Fray Luis. Se entregaron sin descanso al cuidado de los apestados, impartiendo los sacramentos a unos y evangelizando a otros en Ciudad Real y en Villa Rica del Espíritu Santo. En aquella heroica etapa crearon 25 capillas predicando, sobre todo con su ejemplo de pobreza y cordialidad. “El heroísmo de Fray Luis se debía a su espíritu de oración. No dormía más de tres horas. Íbase a la montaña con su bordón y manto, que no tuvo más ropa para reparo de los aguaceros y fríos, y habiéndose pasado lo más de la noche en oración y disciplinas, se arrimaba al tronco de un árbol a descansar para volver a la mañana al beneficio de la viña espiritual”19. Se entregaron hasta el heroísmo y, el más consolador regalo de aquel tiempo fue la petición de dos “hijos de la tierra”, las dos primeras vocaciones nativas que querían ser frailes como ellos. Era el año 1583 cuando Fray Alonso recibió a Juan Bernardo y Gabriel Guzmán y les dio por Maestro a Fray Luis, dando un perfil local a la misión. En Guairá, con la ayuda de los dos novicios, buscaron a los indios dispersos por sierras y valles para venir a vivir juntos en las reducciones de Pacuyú (1583), fundada por Fray Luis Bolaños, y Curumiai (1584) fundada por Fray Alonso. Del 1578 al 1583 fundaron catorce reducciones. IV. SEGUNDA ETAPA